Una buena amiga me dijo en cierta ocasión que "el trabajo es solo trabajo", cierto, no soy de las que opinan que el trabajo te enriquece pero tampoco que el trabajo es un castigo. Es eso "trabajo", actividad imprescindible, y más hoy día, para poder hacer proyectos de futuro, para darte independencia y hacerte un poco más "libre".
Hay veces que el trabajo es estresante, otras veces puede ser tedioso, aburrido e incluso puede convertirse en odioso, pero necesario. No todos los trabajos tienen la misma productividad, esta productividad social sería la parte que lo convertiría en sostenible. Es imposible que una sociedad mejore, cubra sus necesidades, adquiera bienestar y riqueza si no existiera el trabajo. Pero esta reflexión tan obvia, resulta que en estos momentos se ha convertido en "una suerte"....Increible!!. Lo que debería ser un derecho universal hoy se ha convertido en un bien escaso. No lo entiendo, me subleva saber que miles de jóvenes no vayan a tener derecho a un trabajo con el que poder tener futuro. Es horrible pensar en el daño que a esta generación y, ojalá no llegue a la siguiente, la falta de vergüenza en gestionar, el "llevárselo calentito", el mirar más a la macro-economía que a las personas que tienen al lado, haga posible la situación que vivimos y que vamos a dejar en herencia a nuestros hij@s.
Una sociedad del siglo XXI, que se ha jactado de hablar de bienestar, que ha dado créditos sin mirar consecuencias, que ha gastado tanto en formar a millones de jóvenes, ahora, cuando tiene que situarlos en el mundo los echa de su casa. No sé, y a veces ni quiero saber de mercados, prima de riesgo, PIB, etc...lo que pido es justicia, humanidad, vergüenza y ganas de no dejar caer a los jóvenes en el abismo, al que digan lo que digan los augures positivos, heraldos de esos grandes mercados, los están empujando. La mejoría yo no la veo
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