Afán de superación!!! Suena bien, su mero sonido nos insufla de fuerza, ganas, optimismo..... Sin embargo, entender que significa no es tan fácil. A menudo, las personas creen que el afán de superación consiste en alcanzar metas más altas que aquellas, que nuestra posición social de origen nos ofrecía, o en otros casos en llegar a tener la felicidad, que por circunstancias diversas no habíamos alcanzado antes. Las personas que así entienden este concepto están equivocadas y a menudo viven una vida llena de insatisfacciones, no llegando a alcanzar la paz interior, que tienen quienes realmente consiguen superar lo malo que hasta ese momento la vida les ha deparado. Por ello, esas personas que erróneamente llaman superación a conseguir metas, a menudo se transforman en personas soberbias, engreídas, incluso llegan a considerarse capaces de juzgar a sus semejantes, a veces con crueldad y cierto fanatismo.
El afán de superación, bien entendido, debe hacernos generosos, porque hemos aprendido a valorar lo que es realmente importante, confiados y tolerantes con nuestro alrededor, ya que superar lo negativo y tóxico, que pueda habernos rodeado, debe hacernos felices, y si uno es feliz y se siente bien y a gusto, hace felices a los demás. Conseguir con nuestro propio esfuerzo nuestros anhelos, debe llenarnos de orgullo, nunca de engreimiento y soberbia, ya que eso provocaría desencanto y falta de confianza entre los que nos rodean.
Por muy alto que hayamos llegado, o por muchos sueños que veamos cumplidos, siempre necesitaremos del apoyo y consejo de las otras personas que nos quieren, no con fe ciega, pero sí debemos aceptarlo con cierta "humildad", ya que seguro nos ayudará a reforzar la confianza en nosotros mismos y a saber compartir la felicidad.
Si el afán de superación se entiende como patente de corzo para hacer lo que nos salga de nuestras narices, sin calibrar el daño ni las consecuencias que ello conlleva, nos estaremos equivocando fatalmente y ello nos podría llevar a la soledad.