Llegaste hace pocos días, ni siquiera tienes dos semanas de vida. Tu venida me llenó de ilusión y esperanzas de futuro, de nueva vida y te doy las gracias por ello. Sin embargo sé que no va a ser nada fácil compartirte, los mayores a veces somos acaparadores, demasiado, y es que eres un tesoro.
Ser padre y madre es muy diferente a ser abuelo y abuela. Ellos han de ser tu referente inmediato, los que te van a dar todo su amor y harán de ti la mejor persona, no lo dudo. Sin embargo tampoco es lo mismo ser padre o madre. La mama sabe que su lazo y vinculación con su hijo es para siempre, nunca se romperá y esto ya lo estás demostrando. Hay tanta belleza y amor en tu mirada hacia ella que el mundo se paraliza.
Los celos son naturales y las rivalidades entre los demás miembros de la familia se harán patentes en más de una ocasión. Pero quiero decirte una cosa mi amor, el lazo que me une a tu madre, aunque en menor medida, por supuesto, siempre me hará sentirme cerca de tí, y esto nunca supondrá tener una especial posición en tu círculo, porque tú y solamente tú elegiras el día de mañana.
Pequeño mío ante tí me siento tan plena que creo que no tengo que demostrarte nada más que lo que hice con tu madre, darte mi sincero y eterno amor y entregarte mi persona siempre que lo demandes