jueves, 10 de noviembre de 2016

Vuelven las rebecas

Sinceramente creo que mis protagonistas de hoy, LAS REBECAS, nunca se dejaron de llevar, lo que sí es cierto es que han sido sustituidas por otras prendas, según moda. Sin embargo, yo siempre he defendido la rebeca clásica, ya tenga el cuello redondo o de pico, sea larga o a la cadera, de un color o de otro, con manga francesa o larga..., y es que se trata de una prenda muy cómoda, que según se realice en un material u otro nos puede servir hasta para ir de fiesta (con lentejuelas, tipo joya etc.). Pero yo os quiero hablar de esa rebeca que nos resulta tan cálida y necesaria, en esos momentos en los que el sol se va ocultando y que te echas por los hombros. Y, es que esta prenda tiene lo bueno de no ocupar casi sitio, con lo que puede llevarse en un bolso, bien enrolladita para que no se nos arrugue, o atada a la cintura o sobre los hombros. Esta tímida prenda no nos ocasiona los trastornos que una chaqueta puede proporcionarnos. La claqueta si se arruga es un problema ya que su aspecto va a decir mucho de la persona, tampoco puede meterse en un bolso....sería desastroso cuando la liberalamos de su cautiverio. A veces es un incordio ya que incluso podemos olvidarla, y cargar con ella resulta en ocasiones muy patoso.
Nadie duda del empaque que nos ofrece una chaqueta, sin embargo con la diversidad de modelos que hoy nos ofrece el mercado, el truco está en elegir bien la rebeca que nos complemente, y yo os aseguro que se puede ir elegante con una rebeca, y hoy con la prisa que gastamos y lo casual e informal que vamos la mayoría de las veces, una rebeca nos viene de maravilla.
Besitos