lunes, 20 de octubre de 2014

Octubre

Realmente son muchas las cosas que en este mes de octubre han y están sucediendo en nuestro país. Sin embargo, a mi esta cantidad de acontecimientos y sobre todo la envergadura de los mismos, me hacen quedarme atónita, casi me imposibilitan para escribir. Ahí se ve mi escasa capacidad periodística, y no es por no tener opinión sino más bien porque en estos casos prefiero leer lo que plumas más expertas que la mía dicen y sobretodo oír la radio y la calle.

A pesar de ello no me resisto a comentar casi el último de estos acontecimientos: La última asamblea de Podemos. Y lo hago porque me parece, como desde el principio ha hecho, una auténtica revolución en todo lo concerniente a la logística con la que “sus pensadores y excelentes politólogos” diseñan la estrategia a seguir en lo relativo a la comunicación con sus “afiliados” y simpatizantes. Este grupo, me refiero a los que se encuentran en la zona más alta de la dirección, son grandes conocedores del medio en el que se mueven, conocen a la perfección el papel de las nuevas tecnologías y sobre todo son innovadores, van por delante de todo lo que hasta este momento ha sido el márquetin de los partidos políticos a la usanza. Rompen con el ritmo, la melodía y hasta la partitura, en nada recuerdan, ni  parecen a la ya desgastada máquina de la política que conocemos. Tienen un aire nuevo, atractivo y rompedor que atrae no solo a los jóvenes sino también a personas de mediana y de más edad. En resumen saben lo que hacen, lo que es de valorar. Por ello creo que va a ser el único programa político que leeré.