No puedo resistirme a escribir sobre los últimos acontecimientos que diariamente nos llegan sobre refugiados e inmigrantes que no buscan más que una esperanza que les ayude a vivir. Personas que sólo huyen aterradas, dejando su origen, sus casas y que desgraciadamente, muchas, demasiadas veces no consiguen llegar a "ese lugar de esperanza".
Los vemos, hacinados, pobres-han tenido que pagar altas sumas a esas mafias-, desesperados. Muchas veces tratados peor que a los animales, sin tener la más mínima consideración de que son personas, algunas tan vulnerable como niños y ancianos, y a los que con un trato denigrante, antihumano y asesino se les abandona a su suerte, y en el peor de los casos se les elimina asesinándolos con toda la alevosía que solamente los asesinos manejan.
Frente a ésto, que hace Europa, la gente "de bien", las ONG, los políticos, las autoridades....masacrarlos y mirar para otro lado, escudándose en argumentos que no son más que mentiras. Porque la realidad está ahí, estas personas sólo quieren huir de una muerte segura y sólo piden poder VIVIR. Sin embargo, nuestra Europa, nuestra canciller alemana, esa señora que parece que nada más que conoce la palabra dinero, recorte, explotación, ni se conmueve. Ella es la "señora " de Europa y es la culpable de no rebelarse ante esta intolerable situación. Ha celebrado mil y una cumbres para eso, hablar de dinero, en cambio ahora donde lo que se pierden son vidas humanas no ha movilizado a TODA EUROPA, para buscar soluciones reales. Está claro lo que le importa. No se ha mostrado como abanderada de una tragedia de esta magnitud, es la máxima exponente de esa inhumanidad con la que lleva tratando a Europa, y ahora lo está demostrando.