miércoles, 24 de junio de 2015

Pies perfectos: Las uñas

Es normal que dada las fechas en las que nos encontramos,  el momento de descubrir nuestras uñas no sea demasiado satisfactorio, ya que las apreciaremos con cierto aspecto “rancio” o como dice mi hija “enfermas”. Estarán mal cortadas, sin estética, simplemente cómodas para no hacernos daño. Las cutículas, al menos las mías llegan casi hasta la mitad, y al no estar pintadas por meses, su color es impreciso, con poca vida. Pero os aseguro que si me hacéis caso vamos a conseguir un cambio radical, que además os proporcionará satisfacción y que, a pesar de tener todavía las piernas blancuzcas, os animarán a utilizar sandalias.
Empezaremos con un buen baño templadito con un pelín de gel. En él sumergiremos nuestros pies hasta que estén los dedos casi arrugaditos, al objeto de que se reblandezcan piel y uñas. Tras ello los secaremos bien y comenzaremos a trabajar las cutículas con nuestro set de manicura. Con la palita iremos echando hacia abajo las cutículas sin hacernos daño. Cuando la tengamos a ras del nacimiento de la uña, con el aparatito de cortarlas, empezaremos a cortar con cuidado de no hacernos heridas. Una vez terminemos esta sencilla operación, comenzaremos a cortarlas. El remojo de nuestros pies nos habrán servido para que éstas estén menos duras. Las cortaremos rectas, procurando que en los extremos no queden picos que se nos puedan clavar y las limaremos
Nuevamente pondremos un ratito los pies en remojo para a continuación terminar de perfilarlas. Una vez secos nos daremos una friega de alcohol para resanar nuestros pies y podemos aprovechar para pasarnos la piedra pómez o un aparato, que para mí ha sido un descubrimiento, que es una lima a pilas denominada VELVET SMOOTH de Schooll, que nos aligerará las últimas capas de durezas. Este aparato no sirve para el comienzo de nuestra operación de eliminación de durezas, ya que es más efectivo cuando hemos quitado las capas más duras.

Nos pondremos, para finalizar, nuestra crema hidratante y ya tenemos las uñas preparadas para pintarlas, si así nos apetece.
Besos

martes, 23 de junio de 2015

PONERNOS EN FORMA:


Ya estamos en verano, y con ello lo propio: vestidos sin mangas, piernas y pies al aire, cuello y escote al descubierto…..además de todo esto, tenemos que añadirle el típico color lechoso que el invierno nos ha dejado y que tan poco favorece. No obstante, creo que no hay que dramatizar, todo lo contrario hay que dejar de perseguir metas imposibles, intentar estar a gusto con nuestra persona, ser optimista y eliminar complejos.
Fácil, no???, JÁ, JÁ Y REQUETEJÁ. Nos miramos y no nos gustamos, empezamos a encoger barriga y tampoco…., nos estiramos la piel, sonreímos, pero al soltarla nos deprimimos….y, finalmente recordamos eso de la tersura de la piel de la juventud……
Serenidad, volvamos a la realidad y vayamos por partes. De todas las cosas enunciadas al comienzo, hay algunas que se pueden corregir y que van a ir sumando con respecto a las que emprenderemos en sucesivos post. Por ejemplo, hoy vamos a empezar por una acción sencillita:

Pies al aire. Lo normal es que las uñas y la piel de paquidermo, que sobre todo en talones nos ha dejado el invierno, nos descubran unos pies horribles
Ante este panorama ¿Qué hacer?, tranquilas…., tenemos soluciones de todos los precios. La mejor es la más cara, CLARO!!: Podólogo y pedicura. Pero no!!, NO vamos a elegir esta opción. Para eliminar todas esas durezas, aunque no lo consigamos en la primera batida, el tratamiento base y más sencillo, es darnos un baño de agua templada con sal durante 5-10 minutos, y a continuación pasarnos la piedra pómez, o esas modernas rasquetas, pero nunca ni cuchillas ni tijeras. Una vez hayamos conseguido eliminar cierto grosor, aplicaremos una crema hidratante y a ser posible nos pondremos unos calcetines de algodón, que si somos capaces de aguantar, tendremos toda la noche. Esto lo repetiremos días alternos hasta llegar a conseguir el aspecto resanado y cuidado que pretendemos.
Este simple tratamiento lo que requiere es constancia. Es decir repetirlo las veces necesarias hasta dejar nuestros pinrrelillos como los de un bebé, y al menos una vez cada semana una suave pasada con la piedra pómez y todos los días usar la crema de pies, que ya no tiene que ser ultra hidratante, si no simplemente hidratante.
Ah!!,  la crema que os recomiendo es la ultrahidratante de Neutrógena
En el próximo post trataremos las uñas de los pies, Besos                                    

                                                

lunes, 22 de junio de 2015

Vuelvo

Buenos días, después de eso que tantas veces hemos oído "travesía del desierto", vuelvo. Vuelvo para seguir compartiendo con quienes me leais mis experiencias. He permanecido mucho tiempo sin escribir por "carga", os explico, durante estos meses he tenido muchos y diversos acontecimientos pero sobre todo en la esfera personal. Posiblemente en más de uno hubiera coincidido con vosotros, sin embargo he creído que si os lo contaba, iba a transformar este blog en un mero "desahogo", y no me pareció de recibo. Puede ser, a toro pasado, que me haya equivocado, o no, pero lo cierto es que quiero volver con otro ritmo, menos personal, y, posiblemente más general e incluso "estético", ya que pretendo con este giro, hacer más visible las necesidades interiores y exteriores de una mujer de 5cuentaytantos años.
He pensado, no se que os parecerá, adaptarme a la estación del año, para abordar temas diversos y como la fruta propios del tiempo....jejeje. No es broma, estoy convencida que nuestro día a día depende de la estación climatológica en la que nos encontramos. ¿O no nos sentimos y vemos más guapas o feas, más tristes o imparables, más románticas o menos..... según estemos en una de las cuatro estaciones del año?.
Y, para terminar, deciros que mi deseo va a ser retomar mis primeros momentos del blog, es decir, escribir lo más a menudo que pueda.
Hasta el próximo spot. Besos