Es
normal que dada las fechas en las que nos encontramos, el momento de descubrir nuestras uñas no sea
demasiado satisfactorio, ya que las apreciaremos con cierto aspecto “rancio” o
como dice mi hija “enfermas”. Estarán mal cortadas, sin estética, simplemente
cómodas para no hacernos daño. Las cutículas, al menos las mías llegan casi
hasta la mitad, y al no estar pintadas por meses, su color es impreciso, con
poca vida. Pero os aseguro que si me hacéis caso vamos a conseguir un cambio
radical, que además os proporcionará satisfacción y que, a pesar de tener
todavía las piernas blancuzcas, os animarán a utilizar sandalias.
Empezaremos
con un buen baño templadito con un pelín de gel. En él sumergiremos nuestros
pies hasta que estén los dedos casi arrugaditos, al objeto de que se reblandezcan
piel y uñas. Tras ello los secaremos bien y comenzaremos a trabajar las
cutículas con nuestro set de manicura. Con la palita iremos echando hacia abajo
las cutículas sin hacernos daño. Cuando la tengamos a ras del nacimiento de la
uña, con el aparatito de cortarlas, empezaremos a cortar con cuidado de no
hacernos heridas. Una vez terminemos esta sencilla operación, comenzaremos a
cortarlas. El remojo de nuestros pies nos habrán servido para que éstas estén
menos duras. Las cortaremos rectas, procurando que en los extremos no queden
picos que se nos puedan clavar y las limaremos
Nuevamente
pondremos un ratito los pies en remojo para a continuación terminar de
perfilarlas. Una vez secos nos daremos una friega de alcohol para resanar nuestros
pies y podemos aprovechar para pasarnos la piedra pómez o un aparato, que para
mí ha sido un descubrimiento, que es una lima a pilas denominada VELVET SMOOTH
de Schooll, que nos aligerará las últimas capas de durezas. Este aparato no
sirve para el comienzo de nuestra operación de eliminación de durezas, ya que
es más efectivo cuando hemos quitado las capas más duras.
Nos
pondremos, para finalizar, nuestra crema hidratante y ya tenemos las uñas
preparadas para pintarlas, si así nos apetece.
Besos