jueves, 27 de febrero de 2014

Maratón en Sevilla

Hoy quiero dedicar mi post a Jose, el marido de mi hija Ana, quien, con su saber hacer me ha hecho reflexionar en más de una ocasión, y se lo agradezco
Jose, participó el pasado domingo en la Maratón de Sevilla, y se demostró y nos demostró, el alto grado de implicación personal que supone realizar una prueba de esta magnitud, aunque desafortunadamente, Jose no había contado con todo el tiempo que hubiera necesitado, a pesar de ello quedó patente su gran esfuerzo, y eso me enorgullece.
Jose, es un claro ejemplo de superación personal en muchos y diferentes aspectos de la vida, es un luchador incansable pero con un compás sabio, nunca ha querido obtener resultados a la primera, ni ha tomado una decisión sin pensarlo suficientemente, es mesurado y paciente para los demás y para él mismo, lo que a veces es más difícil.
Jose,  siempre ha sabido administrar los tiempos con inteligencia. Ha compatibilizado su afición por el correr con su compromiso personal y su profesión, terriblemente agotadora, como maestro de infantil.
Antes de esta prueba había intervenido en algunas carreras provinciales, pero correr en una maratón, además de ser prueba muy dura (42Kms.) requiere una preparación especial, tanto física como mental. Hay que tener una sistemática clara, mucha fuerza de voluntad, y saber administrar las posibilidades, con las que se cuenta, para no caer agotado. No es correr por correr, es una prueba de superación personal ya que hay muchos momentos de bajón que superar.
Jose no corre por ganar, y aunque suene a tópico “su carrera” consiste en demostrarse a sí mismo que puede, que es capaz de administrar los tiempos y las fuerzas consiguiendo avanzar con optimismo……como deberíamos hacer en la vida.

Por eso, para mí Jose es un campeón porque me ha demostrado que está entrenado para salvar el/los muro/s que en la vida nos aparecen, y que siempre ganará la carrera en la que participe…. hasta en la de saber vivir, sacándole lo mejor y lo más positivo, olé por Jose 

miércoles, 26 de febrero de 2014

Saber vivir

Parece mentira, que la mayoría de las personas hasta que no nos encontramos ante problemas de peso y acontecimientos malos, no somos lo suficientemente capaces de valorar la vida en toda su extensión.
A menudo, nos dejamos arrastrar por la rutina, el que "lo malo le pasa a otros" o por nuestro egoísmo......, sin darnos cuenta de que las cosas pasan de repente, y las  malas, suelen ser las que menos esperamos y por ello nos impactan tanto. 
Muchas veces no estamos lo suficientemente atentos a percibir que estos hechos, por muy malo que se nos presenten, nos dan la oportunidad para encauzar nuestra vida de otra manera. Por ello, si afortunadamente salimos de estos baches o "socabones", nuestra actitud y aptitud ante la vida debe ser otra, tiene que servirnos para cambiar a mejor, para tomar las riendas y saber vivir. Cada minuto, cada día es diferente e irrepetible, no podemos retroceder y darnos otra oportunidad. Sólo hay una vida!
Tenemos que apartar el egoísmo, la apatía, los malos humores.... y acariciar, abrazar, hablar y decir "te quiero" cada vez que nos salga del corazón. No hay peor pesar que arrepentirse de no haber hecho esto o aquello, de no haber estado en el sitio y en el momento en el que alguien nos necesitaba o nos demandaba atención.

Pero, saber vivir no solo se resume en darse a los demás, hay que quererse más a uno mismo, no debemos privarnos de lo que nos hace sentirnos felices, hay que exprimir la vida, quedarnos con los olores y colores de los lugares por donde transitamos, aunque sea el camino que hacemos mil y una vez, hay que aprender a decir sí a todo lo que nos apetezca y a no malgastar ni un instante. Aprender a saber vivir es la empresa mas importante a la que debemos dedicar todos nuestros sentidos..