Por supuesto no es la noticia del día, ni a ello aspiro, por descontado.Hemos adoptado un perro!.
Sin embargo la decisión de adoptar un perro no es algo valadí. Se trata de un acontecimiento que implica a toda la familia y que no debe provocar nunca reacciones adversas, ni a corto ni largo tiempo. Pero hay que pensarlo bien, acondicionar la casa, distribuir las responsabilidades, ponerse de acuerdo en establecer una rutina y disciplina, que favorezcan la convivencia y desde luego divertirse y pasar muy buenos ratos con él. A ser posible a todo este mejunje echarle kilos de amor. Un amor, que será compartido y que resultará satisfactorio, si todos ponemos de nuestra parte, incluído nuestro perro.
Hay que tener en cuenta que él tiene sus propia personalidad, que su vida tiene que acoplarse a una vida en familia, donde él no se un juguete, si no un miembro más, al que poco a poco hay que conocer, al igual que él hará con nosotros.
Es muy importante, según nos ha comentado el adiestrador al que lo hemos llevado, que el perro sea feliz, reciba cariño pero también debe atender las órdenes de "buena conducta", que le demos, porque de esa manera él estará confiado y se sentirá realmente en su casa, sabiendo cúal es su rutina y sus seres queridos.
No podemos confundirlo dándole órdenes según estemos cansados o con más o menos ganas. Él no lo va a entender, lo va a confundir y con ello, lo va a stresar y a confundir, siendo sus reacciones imprevistas y desagradables.
Dicho ésto, quiero comentaros que mi perrito es un cruce entre bodeguero y pekinés...., por lo que no es una preciosidad, aunque para nosotros es lindo sobre todo porque tiene unos ojos puros, llenos de amor y lealtad, y es muy cariñoso. Tiene ya cuatro años, y esa es la razón por la que lo hemos llevado a un adiestrador para que entre él y la familia sepamos comunicarnos con Duke, así se llama nuestro amigo.
Besitos
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