domingo, 20 de septiembre de 2015

Hay veces, benditas veces, en las que un día normal puede transformarse en muy especial. En esta ocasión diré que maravilloso, y además de improviso, sin premeditación, lo cual añade ese toque de sorpresa , que lo engrandece aún más.No penséis que se trata de un acontecimiento espectacular o que me ha tocado la primitiva, nada de eso. Ha sido algo tan natural como el hecho de dar un paseo con mi nieto, su papa, su mamá y mi marido. Nos ha acompañado una mañana preciosa, con un sol luminoso que ha servido de marco al paseo. 
Me vais a disculpar pero ver a mi nieto crecer es algo que todavía me enorgullece, por que veo en él las manos de unos padres entregados a disfrutar con inteligencia de su hijo. Desde muy pequeñito han sabido motivarlo para despertar en él la curiosidad por el mundo que lo rodea y que crecerá conforme él vaya siendo mayor. No es un niño caprichoso, es un niño alegre y sociable, que ya pese a lo pequeñito que es va tomando conciencia de quienes lo rodean. En él va cogiendo forma su personalidad y , aunque os parezca chocante, va entendiendo hasta donde puede tensar la cuerda con los mayores. Ya os digo que es todavía pequeño pero sé que el ía de mañana estará preparado para ser una persona acorde con su momento, sensible, cariñoso, divertido y muy inteligente, además de vitalista.
Estoy muy orgullosa y me siento muy feliz
Besitos

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