lunes, 24 de marzo de 2014

Marcha por la dignidad

Que lástima que un empeño tan preciado como pudo haber sido la marcha por la dignidad de las personas, celebrada ayer en Madrid, quedara enturbiada por los impresentables antisistemas o revienta manifestaciones, que siempre son los últimos en irse y los primeros en líarla.
Esta noble manifestación o marcha, que. por primera vez tenía lugar en España, y que sirvió para aunar a tantos miles de personas, procedentes de muchas partes de nuestro país, llegadas en coches particulares, autobuses o andando, no haya podido verse en los medios de comunicación con su auténtico sentido, pasando en su lugar a ser otra noticia de "manifestantes y altercados con la policía". Esas malas personas que protagonizaron esos actos de violencia sin motivo, son los que no tienen dignidad. 
Por sus hechos arrastraron al sinsentido un acto solidario, de libertad, de generosidad...de reivindicaciónes de una mayoría de españoles que nos estamos sintiendo agredidos hasta el punto de temer por nuestra dignidad, y eso ni puede consentirse y hay que reivindicarlo cuantas veces sean
Y, es que desgraciadamente, cada vez se respeta menos, no ya a las minorías si no también a las mayorías como era este caso, al que había que añadir algo que nos une no a todos los españoles sino a todos los seres de la tierra como es la DIGNIDAD. 
Dignidad por seguir llamándonos personas, por poder tener un techo donde cobijarte o cobijar a tu familia, por asumir la responsabilidad de llevar el suficiente dinero a casa para que los tuyos puedan alimentarse, para que los mayores puedan afrontar esa etapa de su vida con tranquilidad, que menos, ya pelearon suficiente cuando fue necesario, para que las personas que lo necesiten estén atendidas como personas, no con limosnas cicateras, por todo ésto y tantas otras cosas, esos que no sé ni como denominarlos, debieron descargar su energía andando kilómetros y kilómetros en lugar de echar por tierra tanto esfuerzo, de otras tantas personas dignas, que solamente clamaban DIGNIDAD.
Ellos, por supuesto, la han perdido para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario