Soy gaditana y me siento muy orgullosa de esta expresión del sentir de mi gente a través del CARNAVAL. Es necesario gritar y decir alto y claro muchas de las cosas que denuncian en sus coplas coros, comparsas, chirigotas y cuartetos, aunque, desgraciadamente, esas verdades queden solamente en ese "periodismo cantado que son los carnavales", como ya alguien ha dicho. Y digo que es una pena que solo quede en palabras, porque a todos aquellos a quienes deberían removérseles las entrañas, las desoyen....o las oyen como si fuera llover.
Mi pueblo ha sabido, a pesar de contar duramente las realidades, y apretar los dientes, sacar una sonrisa, aunque ésta es cada vez más breve, porque mucho y muy grave es lo que está pasando.
Pese a todo hay que seguir, hay que tirar "pa,lante" y a pesar de que esta forma de ver mi pueblo la realidad que le rodea, es muy necesario que durante unos días este pueblo ría y cante con buena cara. Es preciso que salgan fuera las quejas, las denuncias, el dolor....como también es necesario que la gente se relaje, se desinhiba con disfraces o máscaras, de todo el grave peso que tiene que cargar, ya que a pesar de esa risa , nadie olvida lo que tiene encima.
Es como el sueño, sin él nos volveríamos locos, ya que gracias a él salen fuera todas aquellas presiones, miedos y traumas que nuestra subconciencia necesita sacar para liberarse, para sanearse. Y Cádiz ha sabido, desde hace muchos años, hacer terapía de todo lo malo que le agrede. Desde hace mucho tiempo atrás ha conseguido sacar a los monstruos a través del Carnaval, porque si no fuera así se hundiría, y eso no puede permitírselo. VIVA EL CARNAVAL
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